sábado, 26 de octubre de 2013

Hoy

Piensa que cada mañana cuando te levantes verás como poco a poco tu vida cobra sentido. Piensa que cada error es una lección aprendida y procura no olvidarla. Piensa en las palabras que los demás te han regalado e intenta aprender de sus experiencias. Piensa que cada lágrima que dejaste caer fue por un sentimiento enquistado en la impotencia de tu inutilidad a la hora de actuar bien.

Vive como si cada día que pase fueran oportunidades que debes aprovechar en su justa medida, sin olvidar lo que soñaste hacer, sin olvidar que a cada día que pasa todo es más fácil y más difícil al mismo tiempo. Deja la pereza atrás, trabaja con tesón, sin dejarte vencer por las derrotas en las batallas diarias, pensando en la Gran Guerra que te queda por delante, valorando cada sacrificio que realizas. Riendo a cada momento que seas capaz, con aquel que quiera malgastar su tiempo en fumarse un cigarrillo contigo.

Mira atrás, e intenta no tropezar con las piedras que habrán dejado para ti. Paso a paso, acelerando cada movimiento que hagas hasta sentir como el viento roza tu cara y el Sol cae en el horizonte. Sin dejarte asustar por los fantasmas que te acosan cuando cae la noche. Luces que describen trayectorias indiscretas en mitad de la ignorancia de lo que creo que vendrá mañana sin hacerme sentir perdido.

Hoy, más que nunca, hoy. Hoy es el día que me levanté, pensé, me equivoqué, aprendí, olvidé, lloré, actué, viví, aproveché, soñé, trabajé, reí, fumé, hablé y me asusté.

Hoy, más que nunca, no puedo dejar de pensar en ti. Y hoy, más que nunca, amé.

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