miércoles, 21 de septiembre de 2011

Antropoeidófagos

Te olvidas del pasado y recuerdas cada momento del futuro que aún está por llegar. Que no viviste y no has vivido, sumido en la paradoja temporal más absurda e irrisoria que te puedas imaginar, mientras los demás miran como te mueves, oscilando, lentamente, como un péndulo que fuerza su movimiento. Y lo olvidado, lo pasado regresa, ¿Cómo no iba a regresar? Siempre lo hace, y recuerdas aquellas noches, dónde su cara era lo único que querías ver. Sales fuera y ya no eres lo que eras, te despersonalizas, conviertiéndote en lo que ni fuiste, ni quisiste ser.

Te cruzas con extraños que se alimentaron de parte de tu alma, con el único propósito de suplir el alma que a ellos le robaron, creando un monstruo a su imagen y semejanza. Un monstruo que se quedó en el futuro, sin dejar de pensar en el pasado y que descuida el presente de tal manera, que cree que lo vive al máximo.

La pregunta es simple, y no es otra que ¿Quién? ¿Quién las tienes? ¿Quién tiene las primeras almas que fueron robadas? ¿Quién creo a esta sarta de monstruos antropoeidófagos? Aceptas las condiciones del contrato a regañadientes y bajas la cabeza al suelo. No quieres cambiarlo y no lo cambiarás, no serás tú el que se enfrente.

Los ojos que miran cada centímetro de tu cuerpo se pudrirán algún día y los gusanos no dejarán más cuenta de ellos que la posibilidad de volver a formar otros dentro de "algunos" años. Gusanos que se esconden dentro del cuerpo, haciendo creer a su portador que no son nada más que otra parte más, siendo ellos la causa del mal futuro que repercutirá sobre el pasado, el verdadero prisma a través del cual se mirarán los actos y se recordará.

2 comentarios:

  1. ¿Antropoeidófagos?
    Lo busqué en Internet y también en un diccionario. Nada de nada.

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