lunes, 30 de enero de 2012

Mismas cosas que no parecen iguales

Nota como tu mundo se desmorona, como piedra a piedra, adoquín a adoquín, el suelo se retrae y te deja descalzo sobre la tierra. Como el tiempo cambia tu vida, como dando vueltas te encuentras de dominante a dominado, de sentirte arriba a no ver más allá de un metro sobre tu cabeza porque no llega la luz del sol. 

¿Y sabes por qué te ocurre eso? Porque cada vez que crees que estas ahí, en realidad no lo estás, es solo que las cosas te fueron momentaneamente bien, y te confiaste, dejaste todo rodar sin control y al final te dio de bruces. Pero claro jamás aprenderás,  nunca cambiarás y tampoco pretendes hacerlo. Seguirás con los mismos errores y fallos, volverás a creer que puedes cuando en realidad todo debía seguir igual.


Nada tuvo que ocurrir, y tu creías que una realidad inexistente estaba ahí, te engañaste y viviste con ella a cuesta. Ahora, te han abierto los ojos del manera más rápida, con una hostia bien dada en toda la cara, sin contemplaciones ni paños calientes. Y que quieres que te diga, te la mereces. Te la mereces tanto como me la merezco yo.

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