Que bonita sonrisa, que agradable risa y que simpáticos ojos.
Materialismo puro, sentimientos encontrados y razón abandonada.
Sueños ocultos, ratos perdidos y gestos maltrechos.
Intentas, pruebas y fallas.
Te resignas, vuelves y te levantas.
Te tiran, aniquilan, manipulan, utilizan y tiran.
Ya no te levantas, tus fuerzas te han abandonado como tú abandonaste a la razón, la razón ficticia que te hizo creer sus existencia, ahora solo quedan legajos viejos de tus recuerdos dentro de una gran mente polvorienta y desamparada, sin patrón, orden ni concierto. Porque tu quieres, porque tu no vuelves la cara del suelo, te limpias la sangre del labio y, apoyando los brazos en el suelo y flexionando las rodillas, te levantas.

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